Nydia Camargo, la auto viuda.

De acuerdo con la Real Academia Española, una viuda es una persona que ha perdido a su cónyuge por haber muerto este, pero cuando quien lo mata es la misma esposa, se llega a utilizar el término de auto viuda o de viuda negra, por la araña que se come al macho tras el apareamiento.

Pueden existir muchos factores, como defenderse ante un marido golpeador, lo cual sería defensa propia o por defender el honor, cuando el marido no la trata bien, se gasta su dinero, la hace trabajar para él y encima de todo, se va con otras mujeres. Este fue el caso de Nydia Camargo, una mujer que en 1925  fue procesada por la muerte de su pareja, aunque en esos años había habido varios casos similares, Magdalena Jurado, Alicia Olvera, María Luz González, María Teresa Morfín, Berenice Rusch y, junto con el de Nydia, el de María Teresa Landa, fueron los más sonados. En la mayoría de los casos, el defensor fue el abogado Querido Moheno, un litigante bastante hábil y muy inteligente.

Nydia Camargo nació en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, en 1891. Tuvo 10 hermanos, su padre, Luis Gonzaga Camargo Rosas, era pagador del Ejército, por lo que cambiaba a menudo de residencia, es así como llegan a vivir a la Ciudad de México cuando Nydia aun era niña.

A los 17 años, ya sea por mejorar su posición económica o por el despecho que le produjo el que su novio la dejara, se comprometió con un español de 42 años, Enrique Vázquez, dueño del negocio más importante de carrocerías de la República y se casaron el 11 de enero de 1911.

Era una diferencia de edad tremenda y hoy en día sería considerada una menor de edad, pero el código civil en ese entonces permitía que las mujeres se casaran desde los 12 años, con el permiso de los padres.

Fue un matrimonio difícil, era él muy celoso e incluso ella declaró que la llegó a golpear por celos. Sin embargo, tuvieron dos niñas. La fortuna se le acabó a su esposo, y entre la frustración, el juego y el alcohol, la golpeó, ante lo cual ella solicita el divorcio y se muda a una casa de huéspedes, ubicada en la calle Guillermo Prieto, en la Colonia San Rafael, administrado por la señora Cristina Fusco.

Ustedes dirán que para qué tanto detalle en el nombre de la administradora y la dirección de la casa de huéspedes, pero es porque aquí es donde conoce a quien después mataría y este hombre, antes de andar con Nydia, había tenido una aventura con Cristina Fusco, a quien le quitó mucho dinero, incluso la casa de huéspedes.

Este hombre se llamaba Alberto Márquez Briones, un chileno, guapo, elegante y de muy buena labia, en experto seductor, el clásico macho alfa ante quienes muchas caen rendidas sin importarles sus antecedentes con otras mujeres.

Nydia, estando aun casada, se fue a Europa por una temporada y aprendió a fabricar productos dermatológicos, habilidades que utilizaría para poner un negocio dermatológico con Alberto. Ella era quien hacía las fórmulas y productos mientras Alberto se codeaba con la sociedad y tiendas para colocar los productos, diciéndoles que era con la fórmula de un doctor japonés llamado Keichi Ozaki, lo cual era completamente falso. Sin embargo, mientras él se divertía ella se quedaba a trabajar.

Cansada de los maltratos e indiferencia que le mostraba Alberto y al darse cuenta de que ya tenía una nueva amante, decidió suicidarse, matando primero a sus hijas, en el Bosque de Chapultepec. Salió y ya estaba por asesinarlas cuando recapacitó y decidió regresar a su casa. Ahí en la habitación estaba Alberto, quien la menospreció y fue cuando Nydia explotó. Aun llevaba la pistola en la bolsa de su abrigo y le disparó por la espalda.

Alberto no murió al instante, aun llegaron los médicos para llevarlo al hospital y les narró lo sucedido, aunque finalmente murió debido a las heridas presentadas por los disparos. Nydia fue detenida y llevada a juicio.

Aquí es importante señalar que el código civil con el que fue juzgada Nydia fue promulgado en 1871 y era similar al que vemos en Estados Unidos de América, donde hay un juez, un fiscal, un abogado y jurados, que son ciudadanos quienes finalmente emitirán un veredicto.

Es aquí donde la prensa y el abogado defensor juegan un papel crucial y fundamental y así fue. Querido Moheno la presentó como víctima de un patán, la prensa se dedicó a publicar su papel de víctima y es así como resultó absuelta. Cabe señalar que el padre de sus hijas, Enrique Vázquez, se presentó al juicio para declarar y fue la declaración de un caballero: “no puedo declarar contra la madre de mis hijas” , y se retiró del estrado.

Hay muchas fotos del juicio, en el que vemos a Nydia sentada entre muchas personas, vestida de negro y con su cara de arrepentimiento. Años después, Fernando Soler y Maricruz Olivier hicieron la película He Matado a un Hombre, basada en esta historia.

Bibliografía. – Speckman Guerra, Elisa. El derecho a vivir como una mujer amante y amada. Nydia Camargo, su crimen y su juicio. El Colegio de México, Centro de Estudios Históricos. 2019.

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