Antonieta Rivas Mercado

Me bastó leer A la sombra del ángel para quedar atrapado y cautivado por la vida de Antonieta Rivas Mercado. Desde entonces me sumergí en todo lo que pude encontrar sobre ella: biografías, cartas, diarios y cada rastro que dejó detrás.
Acompáñame a explorar la historia de una mujer brillante y compleja, cuya obra —y vida— se interrumpió de forma abrupta cuando decidió poner fin a su propio camino.

Nacimiento.

Antonieta nació con el inicio del siglo, en 1900, el día 28 de abril.

Su mamá era Matilde Castellanos Haaf y su papá era el renombrado arquitecto Antonio Rivas Mercado, de quien escribí en la casa de Rivas Mercado y la comparación entre el Ángel de la Independencia y el Siegessäule.

Fue la consentida de su papá por su precoz inteligencia, ya sea que nació con alguna virtud o quizá se refugio en los libros ante el desprecio que le tenía su mamá, por ser morena y no tan bonita ni elegante como su hermana mayor, Alicia.

Vivió su infancia en la casa ubicada en la calle Héroes, en una época convulsa y de grandes cambios, entre los cuales, fueron la Revolución Mexicana, durante la cual, el general Blanco invadió la casa de su vecino junto con los revolucionarios, haciendo que todas las mujeres que habitaban la casa de Rivas Mercado, se escondieran en el sótano, por temor a ser ultrajadas.

Juventud convulsa.

Tres años después le tocaría también ser testigo desde su casa de la Decena Trágica, aunque la novela de A La Sombra el Ángel la sitúa en la embajada de Japón, misma que le dio albergue a la familia del presidente Madero.

A los 17 años, se enamora de un inglés, Albert Edwing Blair, quien participó en la Revolución Mexicana al ser amigo de los Madero. Poco tiempo después de conocerse, se casaron en la casa de Héroes y aquí comenzó el inicio de su fin.

Su matrimonio.

Al poco tiempo del matrimonio, Antonieta se dio cuenta de que había cometido un error. Ella, millonaria y voluntariosa, no iba a permitir que su marido, tradicional y sumamente religioso, la encerrara como ama de casa.

El 09 de septiembre de 1919, nace su único hijo, Donald Antonio Blair, alias el chacho, por ser el muchacho de la casa. Dos años después, se van a vivir a Coahuila, a un rancho en San Pedro de las Colonias. Ahí es donde ella se convence de que esa vida no es para ella.

El parto fue difícil y el doctor le recomendó no volver a tener hijos, pretexto que usaría para evitar la intimidad con su marido. A él no le importó y la forzó en muchas ocasiones, incluso se volvió a embarazar, pero abortó, como le había advertido el doctor.

Quiso asumir su papel de esposa sumisa, pero hubieron dos situaciones que sobrepasaron el límite de su resistencia. Tras una discusión, Albert le quemó sus libros. Poco después, Chacho se enfermó y Albert se negó a llevarlo al hospital, diciéndole que Dios lo curaría. Esa noche, se escapó con su hijo, tomó un tren y regresó al amparo de su padre.

Cuando Albert le fue a exigir que se fuera con ella, su padre, un hombre de casi dos metros, se impuso y no se lo permitió. Aun así, se quedó a vivir con ella en la casa de Héroes.

Dejaron de verse a menudo puesto que Albert inició la construcción de unas casas en una zona lujosa, Chapultepec Heigths, en lo que hoy se conoce como Lomas de Chapultepec. Antonieta aportó ideas para muchos de los nombres de las calles.

Europa.

Poco después, Antonio Rivas Mercado decidió hacer un viaje a Europa y se llevó a Antonieta junto con el Chacho con él, y estuvieron casi tres años en el Viejo Continente.

A su regreso, tramita el divorcio con Albert y éste se niega, haciéndole el proceso lo más difícil posible aunque al final, el divorcio se consumó.

Mientras tanto, ella se dedicó a los proyectos que se le vinieron a la mente mientras estuvo en Europa, creando el Teatro Ulises, de la mano de Salvador Novo, Andrés Henestrosa y su eterno enamorado, el pintor Manuel Rodríguez Lozano, ex esposo de Nahui Ollin, quien nunca le correspondió debido a que era gay. De este amor platónico se desprenden las 87 cartas de amor que se encontraron, mismas que le escribió Antonieta a Rodríguez Lozano.

Entre sus amistades y conocidos, estaba Diego Rivera, entre otros políticos y empresarios, de lo cual surge, junto con Carlos Chávez, lo que sería la Orquesta Sinfónica Nacional.

José Vasconcelos.

Le debacle vendría al conocer a José Vasconcelos, quien se lanza a la campaña presidencial en contra de Pascual Ortíz Rubio, quien quedó como candidato tras el asesinato de Álvaro Obregón en manos de León Toral, de quien Antonieta escribió que él si era un hombre con firmes convicciones.

El sistema estaba diseñado para que nadie más pudiera ganar y sin embargo, ella se convenció de apoyar a Vasconcelos. Al principio, porque él le aseguró que promovería el voto de la mujer y más puestos públicos para ellas, empezando con la propia Antonieta.

Por seguridad, Vasconcelos, ante el temor del gobierno, adquirió una pistola para protección.

Valeria, su segundo nombre y como Vasconcelos la llamaba, apoyó financiera e intelectualmente a la campaña, lo cual la llevó a la ruina financiera y emocional, puesto que se enamoró de José Vasconcelos, quien estaba casado y con hijos. Como sucede en estos casos, Antonieta solamente fue su amante.

Cuando ya se acercaban las elecciones, el gobierno se puso más opresor en contra de los opositores, matando a algunos, tras lo cual, Antonieta decide escaparse en 1929 a Estados Unidos.

El exilio.

Allá conoce a Federico García Lorca y convive con personajes como Alma Reed, aquella a quien Carrillo Puerto le dedicó la canción de Peregrina.

Poco años antes, su prima, a quien quería más que a sus hermanas, se suicidó. Aunado a todos estos problemas, cae en una terrible depresión, por la que tiene que estar internada durante unas semanas en una clínica de Nueva York.

A su regreso a México, le dan la noticia de que Albert Blair ganó la custodia de su hijo, por lo cual, decide escaparse con su hijo a Europa.

Una vez allá, se instala en Burdeos, en la casa de la Sra. Lavigne. Ella y su hija, quieren mucho a Antonieta y a Chacho.

Cuando ya se instaló, arma un plan de trabajo, que consistía en escribir una novela y termina el ensayo de la Campaña de Vasconcelos.

Sin embargo, ya no tiene dinero. Arturo Pani, cónsul en Francia, le presta dinero para que le pueda comprar un tren de juguete a su hijo en las fechas navideñas.

El adiós.

Todo lo anterior le hizo tocar fondo, expresándole a Arturo Pani su deseo de quitarse la vida. El cónsul la intenta convencer de que no lo haga, que solo es una crisis y ésta pasará, que piense en su hijo.

José Vasconcelos llega a Francia y se ve con Antonieta en un hotel. Pasan la noche juntos. Al otro día, platican sobre sus planes y Vasconcelos le dice que se vaya a México. Ya le estorbaba Antonieta puesto que su esposa y sus hijos ya iban en camino a Francia.

Antonieta le pregunta a Vasconcelos: “Dime si de verdad, de verdad tienes necesidad de mí”, y como respuesta recibió lo siguiente: “Ninguna alma necesita de otra, nadie, ni hombre ni mujer, necesita más que a Dios.”

Esto la desmorona por completo. Ante la quiebra económica, que algunos aducen a que le robaron los muebles y obras que tenía en una casa de la Ciudad de México y que culpan de ello al papá de Manuel Rodríguez Lozano y a Andrés Henestrosa; al hecho de que sus hermanos decidieron dejarle de enviar dinero aunado a la pérdida de la custodia de su hijo y no querer regresar a México para no pelar una batalla ya perdida, decide tomar la pistola de Vasconcelos y escribir una carta, las cuales se guarda en las bolsas de su abrigo.

Decide elegir la Catedral de Notre Dame como el lugar en el que daría fin a sus días, ahí frente a Dios. Le marca por teléfono a Arturo Pani y le dice que sus palabras no la ayudaron, que pronto lo visitarían para avisarle que ya se había suicidado.

En la carta que le escribe a Pani le pide que vaya por su hijo a la casa de la señora Lavigne y que cablegrafié a Albert Blair para que se haga cargo de su hijo, que ella no pudo mandarlo puesto que ya no tenía dinero.

Fue así como el 11 de febrero de 1931, con apenas 30 años de edad, se pega un tiro en el pecho. El estruendo resuena por toda la catedral y un sacerdote se acerca a ella. No muere inmediatamente, sino que la trasladan hospital Dieu. Ahí la reconoce un joven médico mexicano que estaba trabajando en esos momentos. Le encuentran la carta y va un policía con Arturo Pani a darla la noticia:

  • “Si, sé que es Antonieta”
  • ¿Cómo lo sabe?
  • Reconozco la letra en la hoja que trae.
  • Esta letra es de mi comandante.

En Notre Dame es en donde Antonieta puso fin a sus días, era una mujer maravillosa, sumamente inteligente, millonaria, elegante, poliglota, pianista, actriz, mecenas, feminista y que su muerte la deja en el rango de leyenda.

Su hijo Donald se va a vivir con su papá, peleará en el Día D durante le Segunda Guerra Mundial y se casará con Kathryn , que sería la nuera de Antonieta y quien escribe el libro A la Sombra del Ángel. También ella fue quien luchó para que la casa de Héroes fuera restaurada. Donald acudió a la casa ya siendo un anciano y lloró en la puerta: “Es que aquí estuve con mi mamá.”

Se ha escrito mucho de Antonieta, incluso se hizo una película en 1982 llamada Antonieta, de Carlos Saura, está basada en una novela corta de Andrés Henestrosa, estelarizada por Isabella Adjoni, Anna Schygulk, Gonzalo Vega, Ingnacio López Tarso entre otros actores.

¿Qué te pareció la vida de esta fabulosa mujer? Te invito a visitar la casa de Héroes, así como leer la amplia bibliografía que se ha escrito de ella, la cual, te dejo a continuación.

Fuentes consultadas:

Libros

Bradu, F. (1991). Antonieta (1900-1931). Fondo de Cultura Económica.

Rosas Lopátegui, P. (2022). Insurrectas: Antonieta Rivas Mercado. Gedisa.

Blair, K. S. (2018). A la sombra del ángel. Planeta.

Rivas Mercado, A. (1985). La campaña de Vasconcelos. Oasis.

Schneider, L. M. (1981). Obras completas de Antonieta Rivas Mercado. Oasis.

Acosta Gamas, T. (2018). Antonieta Rivas Mercado (Tomo I). Siglo XXI Editores.

Acosta Gamas, T. (2018). Antonieta Rivas Mercado (Tomo II). Siglo XXI Editores.

Henestrosa, A. (1999). María Antonieta Rivas Mercado. Editores Libreros.

Rivas Mercado, A. (2014). Diario de Burdeos, edición crítica. Siglo XXI Editores.

Película

Saura, C. (Director). (1982). Antonieta [Película].

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